viernes, 30 de enero de 2009


FILOSOFÍA FELINA


Claro que me gusta salir de noche. Dormir todo el día me quita el sueño.

El cielo es un armario medio abierto lleno de suéteres suaves.

Lo malo de que nos guste tanto comer, es que nos quita tiempo de sueño.

Ya sé que es un sitio cómodo, pero… ¡no soporto que me pongan ellos! (En cuanto se descuiden me iré)

Llevo toda la mañana durmiendo aquí… El problema ahora es buscar un sitio donde dormir toda la tarde.

¿El mejor mueble del mundo? ¡El sillón! Sirve para dormir y para arañar… ¡Dos placeres!

Sólo hay algo más cómodo que dormir sobre una cama: dormir sobre un suéter que esté sobre la cama.

Llevo un rato mirando esta pared… Me iré a mirar otra.

Tigres, leones, panteras, elefantes, osos, perros, focas, delfines, caballos, camellos, chimpancés, gorilas, conejos, pulgas… ¡Todos han pasado por ello! Los únicos que nunca hemos hecho el ridículo en el circo… ¡somos los gatos!

Los gatos somos los Humphrey Bogart de los animales: aparentemente fríos, duros e independientes, pero en el fondo… ¡capaces de amar locamente!

Por el picaporte se abren las puertas… o sea, has de mirarlo fijamente y esperar que alguien venga a abrirla.

Me gusta que les guste la televisión. ¡Así está calientita!

Los gatos amamos la Navidad. ¡Hay cajas de regalo donde meterse!

La ventaja que tienen las alfombras es que puedes estar encima y puedes estar debajo.

Jamás permitiría que me hicieran una foto para un calendario cuando estoy en mi cajón de arena.

Te pasas la vida ignorándolos, y nomás te rascan un poquito… ¡te sale ese ronroneo incontrolable!

Cuando hay una reunión, es preciso vigilar, observar… descubrir quién teme a los gatos… ¡Es sobre quien te has de poner!

¡Pobres perros! Condenados toda la vida a ver las cosas a ras de suelo…

¡Las mujeres! ¡Qué maravilla! ¡Medias para destrozar!

Es difícil explicar el atractivo que tiene meterse dentro de un cesto… ¡Pero lo tiene!

No me pregunten por qué… ¡No lo sé! ¡Pero me gusta refregarme en ellos!

Te alimentan, te acarician, te arrullan… No te piden casi nada… No son mala gente… Puedes permitir que se crean tus amos.

¿Qué mayor prueba de amor que colocarse encima de lo que están leyendo?

Lo bueno de aprender cómo te llamas es poder saber cuando te llaman… ¡y no ir!

¿Qué se puede esperar de un mundo en el que tu comida preferida tiene alas?

Hay una diferencia: los perros aman a sus amos... los gatos somos amados por nuestros amos…


Jaume Perich Escala, “El Perich”
(Barcelona, 1941-1995)

domingo, 25 de enero de 2009



"TODO LO QUE NECESITÉ APRENDER DE LA VIDA LO APRENDÍ DE MI GATO"

Aprendí que si un problema tiene solución hay que relajarse; si no la tiene, también.

Que en la variedad está el placer, por éso es bueno ignorar a las personas por un día y después adorarlas.

Que debo abrirme camino hacia la cima... para éso están las cortinas.

Que no debo dormir sola si tengo la posibilidad de dormir al lado de alguien.

Que es placentero asolearme, especialmente si puedo hacerlo sobre un fabuloso y tibio montón de ropa limpia.

Que es necesario dejar huella en cada rinconcito del mundo.

Que si no recibo la suficiente atención sólo tengo que arrojar contra el suelo unos cuantos floreros de cristal cortado.

Que la curiosidad sí mata, pero la satisfacción resucita.

Que me puedo enamorar apasionadamente y cantar sin reparo a la luz de la luna.

Que soy libre para amar, pasear, conocer, descubrir, dormir, sentir... en fín, lo que mi corazón me diga.

Que sólo se ama verdaderamente cuando no se esperan recompensas.

Y aprendí que estar sobre un pedestal es un derecho, no un privilegio.

viernes, 23 de enero de 2009



"Mi Mundo Virtual"

Hace un poco más de seis años que chateo... y parece que lo he hecho toda la vida. Cuando me dí cuenta, ya estaba atrapada en este mundo virtual.

Aquí se descubren sentimientos nuevos, -nuevos por ser virtuales-, se conoce a todo tipo de personas, se aprende a enviar un sentimiento en unas letras y también a recibirlo. Se aprende a pasar un buen rato de una nueva manera... y también se sufre...

En este cibermundo loco y tierno, triste y apasionado, mágico y cruel, he pasado momentos muy agradables, amenos, divertidos, inesperados, tiernos... pero también dolorosos y amargos... tal vez la variedad de sentimientos sea lo que lo hace tan, tan especial.

Yo he aprendido que tras las palabras más dulces, se pueden esconder un montón de espinas, y tras las palabras más ácidas puede haber una persona con una tremenda necesidad de cariño y aceptación.

Que tras un "enamorado" puede haber un deshonesto capaz de hacer daño y tras una persona indiferente y reservada puede haber alguien muy enamorado.

He aprendido a ser muy cauta al expresar mis sentimientos y a no revelar toda mi verdad, sin que para ello sea necesario mentir... aquí, la mentira se nota, o por lo menos, tarde o temprano se descubre.

Por éso he aprendido a no creer en todo lo que leo... aunque en ocasiones he otorgado el beneficio de la duda.

He leído palabras que han intentado destruír la reputación de alguien, y palabras que han orado por el bienestar del ciberamigo enfermo.

He conocido a personas que se han enamorado tras una sola conversación y otras que niegan rotundamente que pueda surgir amor en el ciberespacio.

Sé que al haber química entre las palabras, no significa necesariamente que la haya entre los cuerpos... y viceversa.

En estos años he conversado con docenas de personas... agradables, amargas, cínicas, mentirosas, felices, indiferentes, apasionadas, crueles, dulces, tristes, buenas y no tanto... y he tenido la gran fortuna de que a quienes he llegado a conocer en persona, han sido las mejores, y de ellas, cuento con los dedos de una mano a quienes conservo como amigos.

Son esas personas con una no muy común mezcla de educación, -no necesariamente obtenida con estudios-, sensibilidad, sinceridad, sentido común, seriedad, honestidad, tolerancia, comprensión y mucho sentido del humor.

Cabe, en un rinconcito de mi vida real, esta vida cibernética que me ha dejado un montón de sentimientos especiales y experiencias que de no ser aquí, jamás las hubiera vivido. De esas experiencias guardo en mi corazón las mejores, las que realmente vale la pena recordar... las negativas, las dejo perder en la inmensidad del ciberespacio...

MerLein


"Entusiasmo es juventud"


La juventud no es un período en la vida, es una disposición del ánimo; es temple de la voluntad, calidad de la imaginación, vigor de los sentimientos, predominio del valor sobre la timidez, la sed de aventuras sobre el deseo de reposo... ésto existe a menudo en una persona de sesenta años más que en un joven de veinte.


A nadie envejecen los años. El único envejecedor del hombre es el abandono de los ideales. Los años dejan arrugas en la frente, la apatía las deja en el alma.


Preocupaciones, dudas, desconfianza de nosotros mismos, temores, abatimiento... éso es lo que doblega la frente antes erguida y deja cenizas donde se levantó prometedora la llama del espíritu.


A los sesenta años, lo mismo que a los dieciséis, hay en el ser humano un anhelo de lo maravilloso, el dulce arrobo de la noche estrellada, los propósitos y hechos estelares, la intrepidez vencedora del acontecimiento, la alegría en el juego de la vida, la inagotable, casi infantil apetencia que interroga: ¿y qué más?


En la medida de nuestra fe seremos jovenes y en la de nuestra duda, viejos. Jovenes según la confianza que en nosotros mismos tengamos y viejos según el temor que nos cohiba. Jovenes en proporción a nuestra esperanza y viejos conforme a nuestro desánimo.


Mientras capte nuestro corazón el mensaje de la hermosura, de la alegría, del valor, de la grandeza, del poder que irradia del hombre y de lo infinito, habrá juventud en nosotros.


Sólo cuando toda comunicación quede interrumpida, cuando la nieve del pesimismo y el hielo de la indiferencia hayan cubierto las estaciones receptoras de nuestro corazón, sólo entonces seremos realmente viejos. Y Dios tenga entonces piedad de nosotros...


Texto atibuído a Séneca

~4(a.C)~65(d.C)

sábado, 17 de enero de 2009



"DESIDERATA"


Camina plácido entre el ruido y la prisa, y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio. En cuanto sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas. Enuncia tu verdad de una manera serena y clara y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante, también ellos tienen su propia historia. Esquiva a las personas ruidosas y agresivas, pues son un fastidio para el espíritu. Si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado, pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes; mantén el interés en tu propia carrera por humilde que ésta sea, ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos. Sé cauto en tus negocios, pues el mundo está lleno de engaños, mas no dejes que ésto te vuelva ciego para la virtud que existe; hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales, la vida está llena de heroísmo. Sé sincero contigo mismo, en especial, no finjas el afecto, y no seas cínico en el amor, pues en medio de todas las arideces y desengaños, es perenne como la hierba.

Acata dócilmente el consejo de los años, abandonando con donaire las cosas de la juventud. Cultiva la firmeza de espíritu para que te proteja en las adversidades repentinas; muchos temores nacen de la fatiga y de la soledad. Sobre una sana disciplina, se benigno contigo mismo; tú eres una criatura del Universo, no menos que las plantas y las estrellas; tienes derecho a existir.

Ya sea que te resulte claro o no, indudablemente el Universo marcha como debiera. Por éso debes estar en paz con Dios, cualquiera que sea tu idea de Él y sean cuales fueran tus trabajos y aspiraciones, conserva la paz de tu alma en la bulliciosa confusión de la vida.

Aún con toda su farsa, penalidades y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso. Sé cauto; esfuérzate por ser felíz.


~Anónimo encontrado en la vieja iglesia
de Saint Paul, Baltimore, en 1693~


"Quisiera encontrar a alguien..."


Alguien que llegue con el simple interés de una simple amistad.

Alguien que respete mi forma de ser, mi estilo y mis costumbres y que me acepte como soy sin pretender cambiarme.

Alguien que tenga la suficiente seguridad en mi amistad para confiarme lo que tenga necesidad de compartir y que sepa que yo siempre lo escucharé... pero que se dé cuenta de que yo también necesito ser escuchada.

Alguien que no crea tener la solución para mis problemas, ni se sienta superior a mí por haberlo escogido para confiárselos.

Alguien que no me limite pensando que yo no puedo resolver mis propios conflictos, pero que me dé con sinceridad su consejo si se lo pido.

Alguien que no me invada de "porqués"... en determinados momentos, tal vez ni yo misma lo sepa...

Alguien que se ría conmigo y me acompañe en mis tristezas, sin insistir en saber el motivo de ellas, porque tal vez no lo tenga... y que sepa que si lo hay, yo lo compartiré con él.

Alguien que, sin temor a ofenderme, me diga que hoy no tiene ganas de estar conmigo y que no se moleste si se lo digo yo.

Alguien que acepte que puedo tener más amigos sin que por éso él deje de ser especial y que sepa que yo no pretendo ser la única amiga en su vida.

Alguien que no se aleje cuando yo no esté de acuerdo con él.

Alguien que comprenda que hay veces que las palabras me faltan... que no malinterprete mis silencios y que sepa aceptar un "no sé" como respuesta.

Alguien que se dé cuenta de que soy sensible, pero que el serlo no me hace débil ni cobarde.

Alguien que no pretenda que puedo cambiar a voluntad un sentimiento que nace en el corazón.

Alguien que comprenda que como cualquier otra persona, tengo diferentes estados de ánimo, y que no se moleste si estoy dentro de uno diferente al de él.

Alguien que me acepte con toda la naturalidad y la simpleza que me ha dado la vida y que se dé cuenta de que si soy natural y simple, no es porque me falte educación.

Quisiera encontrar a alguien... con el simple interés de una simple amistad...

MerLein


"Cuando quiero hablar de amor..."


Cuando quiero hablar de amor
y estoy consciente... mejor callo.
Porque hablar de amor
es hablar de aquello que se siente,
es hablar de aquello
que nos borra el pensamiento,
es hablar sin emitir sonido,
es pensar en algo incomprendido.

Por éso,
cuando quiero hablar de amor
y estoy consciente... mejor callo.
Porque si tratara de usar
el raciocinio,
lo más probable sería
que me quedara sola...
sin riesgos, sin temores,
sin nada de aquello
que me causa pena.

Pero sería entonces
tanta la soledad que yo sintiera,
que pensando tenerlo todo,
en el fondo de mí
nada tuviera...

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"Incomprensión"
¿Por qué se busca en la inconsciencia
un alguien que sea como un amante
y que tenga un algo diferente...?

Porque a veces se agota la paciencia
de esperar día con día
que se razone y se comprenda.

Porque a veces se acaban las palabras,
y de tanto no sentir,
se acaban también las emociones
y se termina por ser indiferente.

Porque entonces se agotan los recursos
y las ganas de mirar de frente.

Porque ya no puede el corazón guardar silencio
y desea gritarle al mundo lo que siente.

Porque ya la sinrazón bloqueó el camino
y sólo queda otro amor como salida.

Porque hay muchas veces que se olvida
alimentar el corazón y alimentar la mente.

Porque no todo aquello que comienza
tiene por fuerza que durar por siempre.

Por ésto... y tantas otras cosas,
buscamos un alguien que sea como un amante
y que tenga un algo diferente;
que sea quien más nos ame y nos comprenda,
aunque después, tengamos que ocultarlo
para siempre...